¿Por qué el caso de Korina se resolvió tan rápido, mientras otros siguen estancados por años?
La detención en flagrancia permitió que el proceso judicial contra el agresor de la influencer concluyera con rapidez. En La Viñeta explicamos qué hizo posible esta acción inmediata y por qué la mayoría de víctimas no acceden a la misma justicia.
Por: Jairo Rodríguez
Korina Rivadeneira fue víctima de tocamientos indebidos por parte de un bailarín, quien fue detenido y condenado en un proceso que llamó la atención por su «inusual rapidez».
Hubo muchas críticas al caso bajo la premisa de que, mientras miles de víctimas de delitos similares esperan años por justicia, este se resolvió en tiempo récord.
La clave estuvo en tres elementos: la detención en flagrancia —dentro de las 24 horas de cometido el delito—, la confesión del agresor y la aplicación de la terminación anticipada, un mecanismo que permite acelerar el proceso cuando el acusado acepta su responsabilidad.
Según la abogada penalista Giovanna Vélez Fernández, egresada de la PUCP, estos factores fueron determinantes para que lo que podría haber sido un proceso largo se resolviera en poco tiempo.
En La Viñeta analizamos los mecanismos del sistema penal peruano que hicieron posible esta rapidez y explicamos por qué la mayoría de víctimas no se encuentran en la misma situación.
📌 ¿Por qué fue tan rápido el proceso judicial?
La rapidez del caso de Korina se explica por factores clave que coincidieron en un contexto de flagrancia.
«Se resolvió con rapidez porque al bailarín se le detuvo en flagrancia, dentro de las 24 horas posteriores al hecho», explica Vélez Fernández.
La flagrancia es crucial, porque permite a la policía actuar de inmediato sin necesidad de una orden judicial, lo que acelera todo el proceso posterior.
El otro factor fue la confesión, «al aceptar su responsabilidad y acogerse a la terminación anticipada, se redujo su pena y se evitó una investigación más extensa», explica Vélez.
Para que esto ocurra, debe existir una prueba contundente del delito, como el video difundido en redes sociales que mostraba la agresión sexual contra Rivadeneira.
📌 ¿Qué es la terminación anticipada y cómo funciona?
La terminación anticipada es un mecanismo legal que agiliza los procesos judiciales cuando el acusado admite su culpabilidad.
«Es un proceso especial en el que el agresor reconoce su responsabilidad, llega a un acuerdo con el fiscal y, a cambio, recibe una pena reducida», detalla la especialista.
En el Perú, el delito de tocamientos indebidos sin consentimiento se sanciona con una pena privativa de libertad de entre 3 y 6 años.
Sin embargo, en el caso de Korina, mediante la terminación anticipada se acordó una reparación civil de 10 mil soles y una pena suspendida de 2 años y 6 meses, por debajo del mínimo legal gracias a dicho acuerdo.
📌 ¿Qué sucede cuando no hay flagrancia?
La ausencia de flagrancia cambia por completo la dinámica del proceso judicial y explica por qué muchos casos se prolongan durante años.
«Si no hay flagrancia, la policía no puede detener por iniciativa propia; necesita una orden judicial, y eso toma más tiempo», precisa Vélez Fernández.
La flagrancia exige condiciones muy específicas: debe existir una prueba clara obtenida dentro de las 24 horas, como un video, la identificación por parte de la víctima o que el agresor sea hallado con objetos vinculados al delito.
Sin estas pruebas inmediatas, el caso pasa a una investigación tradicional que puede extenderse por meses o años, dejando a las víctimas en un prolongado limbo judicial.
📌 ¿Por qué otros casos similares no avanzan igual de rápido?
La mayoría de víctimas de tocamientos indebidos no cuentan con las condiciones necesarias para que sus casos sean tratados como flagrancia.
«Cuando no se identifica al agresor o no hay pruebas inmediatas, el caso no califica como flagrancia y el proceso se vuelve más lento», señala la abogada. Los obstáculos son múltiples y estructurales.
Por ejemplo, un tocamiento indebido en el Metropolitano puede quedar sin flagrancia si las cámaras de seguridad están inoperativas. Sin video ni testigos directos, el caso se paraliza.
Incluso con pruebas, si el agresor huye y la policía no actúa para ubicarlo, el expediente puede quedar estancado indefinidamente.
Vélez Fernández aclara que sí existen casos de personas no mediáticas en los que también se actuó con rapidez; sin embargo, en muchos otros, la respuesta no es igual de eficiente.

