¿El Plan Cerco es efectivo contra la delincuencia?
Tras el atentado contra la agrupación Agua Marina, la Policía Nacional del Perú activó el Plan Cerco como estrategia para capturar a los responsables. En «La Viñeta» analizamos si esta medida realmente funciona y qué limitaciones enfrenta
Por: Jairo Rodríguez
El Plan Cerco es una estrategia operativa que utiliza la Policía Nacional del Perú para capturar a delincuentes en flagrancia.
Esta táctica fue desplegada inmediatamente tras el atentado contra la agrupación Agua Marina, sin embargo, no se confirmaron capturas vinculadas al operativo.
En «La Viñeta» explicamos cómo funciona esta estrategia policial y por qué sus resultados no siempre son los esperados.
📌 ¿Cómo funciona el Plan Cerco?
El Plan Cerco consiste en establecer un perímetro cerrado alrededor del punto donde ocurrió el incidente delictivo. El objetivo es interceptar a los responsables antes de que logren escapar de la zona, aprovechando los primeros minutos tras la comisión del delito.
La estrategia busca la captura en flagrancia, es decir, detener a los sospechosos mientras aún se encuentran cerca del lugar de los hechos o en proceso de huida.

En el caso del atentado contra Agua Marina, la Policía Nacional activó el cerco en los alrededores inmediatos del incidente.
📌 ¿El Plan Cerco ha tenido resultados positivos?
Esta estrategia ha registrado capturas exitosas en diversos operativos policiales a nivel nacional, tal como lo demuestran múltiples notas informativas sobre detenciones realizadas mediante esta modalidad.
Sin embargo, su efectividad no es constante. Los resultados varían considerablemente según las condiciones operativas y logísticas con las que cuente cada comisaría al momento de ejecutar el operativo.

📌 ¿Cuáles son las principales limitaciones del Plan Cerco?
El problema fundamental no está en el diseño de la estrategia, sino en las condiciones operativas para ejecutarla.
Varias comisarías a nivel nacional no ejecutan de forma sostenida operativos como el Plan Cerco debido a carencias estructurales que afectan directamente su capacidad de respuesta.
La falta de comunicación es una de las deficiencias más críticas. Muchas comisarías carecen de medios de comunicación adecuados, lo que impide la coordinación efectiva entre agentes durante el operativo. Sin comunicación en tiempo real, no se puede cerrar el perímetro eficientemente ni mantener informados a todos los efectivos.
El déficit de personal también representa un obstáculo importante. La escasez de efectivos policiales dificulta cerrar y mantener un perímetro hermético. Si falta personal para cubrir todos los puntos estratégicos, los sospechosos pueden escapar fácilmente por los puntos ciegos del operativo.
Además, las carencias logísticas limitan severamente la capacidad operativa. La ausencia de vehículos, equipamiento y otros recursos impide la respuesta inmediata que requiere esta estrategia para ser efectiva.
Esta problemática se da a nivel nacional y ha sido detectada repetidamente por la Contraloría General de la República en sus informes.

📌 ¿Cuál es el estado actual de esta problemática?
Las deficiencias en equipamiento y recursos policiales son una constante que afecta la capacidad operativa de las comisarías a nivel nacional.
Mientras tanto, estrategias como el Plan Cerco —que podrían ser efectivas con las condiciones adecuadas— operan con capacidad limitada, reduciendo significativamente la respuesta policial ante hechos delictivos de alto impacto. Esto podría explicar el porqué no se pudo capturar ni decomisar objetos de alta peligrosidad tras atentado contra Agua Marina.


