Es falso que no existe contaminación en las plantas por residuos de metales en ríos
El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, afirmó que los residuos de metales en ríos no afectan a las plantas; sin embargo, dicha información en falsa.
Por: Jairo Rodríguez Delgado
Durante una reciente intervención en el Congreso, el ministro Ángel Manero fue consultado sobre los daños en los alimentos causados por la contaminación de metales presentes en los ríos. En su respuesta, negó la existencia de dicha contaminación.
Textualmente afirmó: «Los metales en el agro funcionan como un nutriente para las plantas, no las contamina: el magnesio, el cobre. Todos estos metales funcionan como nutrientes. No hay contaminación en las plantas por residuos de metales en las plantas».
«La Viñeta» revisó las regulaciones e informes ambientales vigentes de entidades supervisoras ambientales, y detectó que la afirmación proporcionada por el ministro Ángel Manero es falsa.
Contaminación de los ríos y de los alimentos
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) establece en su guía ambiental que —aunque el cobre es un micronutriente en vegetales— también es un metal altamente tóxico que puede originar daño a los tejidos y alteración en las membranas de las plantas.
Su exceso genera toxicidad en las plantas y puede acumularse en los tejidos comestibles.
¿Y el magnesio? A diferencia del cobre, el magnesio no es regulado como contaminante en el agua de riego de cultivos debido a que su toxicidad es muy baja.
No obstante, la afirmación del ministro hace mención a estos dos metales y a otros más sin especificar, concluyendo categóricamente que no existe contaminación en las plantas. Eso es totalmente falso.
La afirmación ignora la presencia documentada de otros metales altamente tóxicos como plomo, arsénico, cadmio o mercurio, que sí son regulados estrictamente por el Estado peruano, y que han generado contaminación comprobada en el agua, suelo, aire, flora y fauna (incluyendo sectores agrícolas y ganaderos).
Uno de los casos más emblemáticos es el que padece el río Tambo, en Arequipa.
El Informe Defensorial N.º 235 confirma que el río Coralaque, afluente del Tambo, presenta altos niveles de metales pesados producto de actividades mineras. Esta situación ha afectado directamente al riego de cultivos y al agua destinada al consumo animal.
En el informe se advierte que la contaminación persiste desde hace años sin que se establezca una remediación efectiva, mientras que los agricultores y ganaderos locales han reportado afectaciones en sus cosechas debido a la contaminación del río y la interconexión de los afluentes.
En consecuencia, el cobre —mencionado por el ministro—; así como otros metales, son altamente tóxicos para los ríos y los vegetales.
Esto se evidencia en los informes revisados que determinan que la contaminación de los ríos está directamente relacionada con la contaminación de los alimentos. Por ende, la afirmación de que no existe contaminación es falsa.