El falso discurso de las detenciones en masa del Ministerio del Interior
El Ministerio del Interior infló cifras para proyectar una lucha eficaz contra el crimen organizado, cuando en realidad la mayoría de los detenidos no representan una amenaza grave a la seguridad ciudadana. Las faltas menores no asociadas a la criminalidad —como conducir en estado de ebriedad— concentran casi el 40 % del total.
Por: Jairo Rodríguez Delgado
Diariamente, un informe en formato de video con música estruendosa se publica en las redes sociales del Ministerio del Interior (Mininter): muestra las cifras diarias del trabajo policial contra la inseguridad ciudadana.
¡SEGUIMOS TRABAJANDO SIN DESCANSO!
— Ministerio del Interior 🇵🇪 (@MininterPeru) March 10, 2025
La @PoliciaPeru ha logrado en las últimas horas:
✅ 1114 detenidos en flagrancia
✅ 140 requisitoriados capturados
✅ 10 armas de fuego incautadas
✅ 31 bandas desarticuladas
📲 Leer más ➡️ https://t.co/CvfqkUtoFC pic.twitter.com/c7Yt70SbAt
🚨 ¡Trabajo incansable de la @PoliciaPeru!
— Ministerio del Interior 🇵🇪 (@MininterPeru) March 25, 2025
En las últimas 24 horas, se han logrado importantes resultados:
✅ 1022 detenidos en flagrancia
✅ 40 bandas criminales desarticuladas
✅ 222 requisitoriados capturados
✅ 14 armas de fuego incautadas
🗞️https://t.co/0XSVrSq62g pic.twitter.com/D8o8LO8Qnu
La narrativa oficial vincula estos números con el combate a la inseguridad ciudadana y al crimen organizado. Sin embargo, de las más de 37 mil detenciones realizadas en el primer trimestre de 2025, los delitos asociados al crimen organizado apenas superan las mil detenciones, incluso algunos ni llegan a los 100.
Para ello, «La Viñeta» solicitó el registro de los detenidos por delito y por mes, y detectó que más del 39% corresponde a personas que habían conducido en estado de ebriedad.
Además, entre los cuatro primeros delitos que encabezan la lista de detenciones —que en conjunto representan el 55%— también figuran delitos de carácter civil.
¿Qué sucede con los delitos relacionados con el crimen organizado?
La mayoría de estos presenta pocas detenciones, con un porcentaje mínimo en comparación con el total.
Además, «La Viñeta» accedió al registro de requisitoriados por frentes y regiones policiales —es decir, en jurisdicciones específicas, en su mayoría áreas vulnerables a la criminalidad—.
Y se detectó que pese a la exposición a la criminalidad, quienes registraron más requisitorias no estaban vinculados a esta.
En consecuencia, el uso de las cifras publicadas por el Ministerio del Interior crea la impresión de una lucha eficaz contra el crimen organizado, cuando en realidad se detiene mayoritariamente a personas involucradas en faltas menores.
El problema no radica en los porcentajes reducidos —estos delitos asociados al crimen organizado siempre serán menores que los delitos comunes—, sino en la estrategia de comunicación del ministerio, que busca visibilizar un trabajo basado en datos inflados.
El vocero de los datos inflados
Carlos López, con un sueldo total de 30 mil soles, asume la vocería ante la prensa y, solemnemente, una vez a la semana detalla las cifras y avances del trabajo policial.
Este rol tenía como fin centralizar la comunicación de estadísticas semanales para los medios de prensa, cargo que hasta entonces no existía formalmente en la estructura del ministerio.
Las mismas cifras que se publican en redes sociales también se mencionan en estos reportes, pero de manera semanal. Así continuará de forma consecutiva hasta que, a finales de marzo, deje de hacerlo, casi al mismo tiempo en que Juan José Santibáñez, entonces ministro del Interior, abandone el cargo.
«La Viñeta» detectó que las cifras presentadas en sus diapositivas estaban infladas y mostraban una diferencia de miles de detenidos.
Si bien las diferencias no superan el 50%, la estrategia de inflar las cifras tenía como objetivo reforzar la percepción de un ministerio más proactivo contra el crimen en un contexto de cuestionamientos.
La diferencia entre el 12% y el 13% en las detenciones en flagrancia es una muestra de la falta de veracidad de la información oficial. Es necesario garantizar la transparencia en la gestión de la seguridad ciudadana.
Esta situación podría repetirse con las cifras de los demás meses.
*Se solicitó información sobre las cifras de bandas desarticuladas y armas de fuego incautadas en todas las direcciones, regiones y frentes policiales que conforman la PNP; sin embargo, dicha información no se recibió.