Boleterías de Machu Picchu operan con deficiencias en seguridad y atención al público
Un informe de la Contraloría reveló múltiples fallas en las boleterías del Centro Cultural Machu Picchu, desde ausencia de personal orientador hasta dinero guardado en cajones sin medidas de seguridad.
Por: Jairo Rodríguez
La Contraloría General detectó serias deficiencias en las boleterías del Centro Cultural Machu Picchu Pueblo, que comprometen tanto la seguridad de los fondos públicos obtenidos por las entradas, como la calidad de atención a los visitantes del principal destino turístico del Perú.
El informe detectó la ausencia de personal especializado y fallas en equipos básicos de seguridad para el manejo de dinero.
Estas deficiencias afectaron el proceso de venta de entradas a la ciudadela inca.
Falta de personal orientador y señalización
La Contraloría constató la ausencia del personal orientador encargado de brindar información sobre rutas, tarifas y apoyo general a los visitantes.
Este personal no habido debía informar de manera permanente sobre el proceso de venta y el número de boletos disponibles, tanto a visitantes nacionales como extranjeros.
A la par, el centro cultural tampoco contaba con letreros informativos de apoyo ni señalización adecuada. No había información relevante sobre el proceso de venta presencial, indicadores de zonas de espera, rutas de ingreso ni de salida, tampoco información sobre canales de consultas o reclamos.

Reclamos por maltrato y discriminación
Los visitantes reportaron múltiples casos de mala atención que incluyen faltas de respeto por parte del personal. Un visitante señaló que no le aceptaron su carnet universitario digital para acceder al descuento estudiantil, mientras que a otro le negaron la venta porque el carnet no tenía fecha de caducidad.

Los testimonios recogidos por la Contraloría incluyen denuncias de tratos discriminatorios. Un visitante reportó que «lo llamaron mentiroso».

También se detectó problemas de accesibilidad para personas con discapacidad. Aunque existe una rampa en la puerta de ingreso, no hay señalización de vías de acceso para personas con discapacidad. Además, no se cuenta con intérprete de lengua de señas peruana para visitantes con discapacidad auditiva.
Dinero público sin medidas de seguridad
La Contraloría encontró que el dinero recaudado se guardaba en cajones de escritorio sin medidas de seguridad adecuadas. Durante la inspección, se constató que había 52 mil 345 soles en efectivo almacenados fuera de la caja fuerte, que se encontraba inoperativa y sin utilizar.

La máquina contadora de billetes también presentó fallas, mostrando cifras incorrectas que no coincidían con el conteo físico. Además, las boleterías no cuentan con detector de billetes falsos, equipo necesario para evitar equivocaciones.

Por otro lado, el traslado del dinero recaudado al Banco de la Nación se realiza sin respaldo de seguridad, aumentando la vulnerabilidad frente a hurtos o robos. En este caso se detectó que se utilizan cajitas de cartón que no ofrecían protección.
Estas deficiencias se evidenciaron poco antes de que el proyecto New7Wonders adviertiera que la permanencia de Machu Picchu está en riesgo de perder su designación como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo.
Puedes leer el informe de la Contraloría aquí.

